domingo, 7 de octubre de 2012

Del amort y otros males

Llevo varios días o meses observando mucho el tema del amort, de hecho creo que en este blog sí que se ha hecho visible este tema, consciente o inconscientemente. Hoy me siento a escribir sobre esto ya que es más lo que he aprendido de las experiencias de otros que de las propias. Recuerdo que más de una vez he sido “Celestina”, si es que es el termino apropiado para ello, desde que estaba en el colegio, o siempre fui confidente de amigos y amigas propios de la época, eran amigos hasta que ya se encarretaban y yo observaba desde lejos, también he vivido por muchos años el ser confidente de alguien, que me cuenten hasta que las cosas ya no van a ir más, y al final nunca sé lo que pasó, para que me entienda querido lector esto es lo que sucede: La niña o el niño me cuentan que se van a encontrar con el tipo o la tipa porque las cosas se van a acabar y luego que se encuentran aunque me han prometido contarme, se alejan y quedo a la deriva, no sé qué pasó, tampoco me atrevo a preguntar, respeto sus silencios y su lejanía, aunque el fondo de mi corazón solo anhela de alguna manera estar ahí, tiempo después noto que esa relación termino, no conozco los motivos, pero algo claro me queda y es que el que ha sido lastimado se aparta, se ensimisma y no vuelve a ser el mismo por lo menos por un tiempo, ¿qué tanto?, solo esa persona lo decide. Este es el día que aun no entiendo porque termino en ese tipo de situaciones.

He visto hombres acobardados por el amort, más de lo que he viso viejas acobardadas por él, de repente todo va bien en una relación pero ellos se apartan y deciden dejar eso mismo que ellos fueron los que iniciaron, me pregunto ¿qué pasara por sus cabezas al hacer esto? ¿Por qué olvidaron mirar sus soldados antes de irse a la guerra? Pero también he visto mujeres que se acobardan, que le temen al compromiso, que huyen a la expectativa de morir a ellas para construir algo en conjunto con ese que se la está guerreando toda y la deja toda en la cancha. He visto de parte y parte como el amort se convierte en eso del amort y otros males, pues nadie se imagina como queda el que es abandonado, el que de alguna manera es rechazado, los pensamientos y las cargas que tiene a diario.

Yo he observado tantas historias tan cerca como me lo han permitido, he escuchado las frases típicas, las excusas clásicas, la frase lapidaria de “todo pasa por algo”, que lo único que se me ocurre para cerrar este texto es que el día que me corresponda vivir ese tiempo, espero que ese hombre no se acobarde, que la piense antes de tan siquiera intentarlo y que luego si está decidido y no se va quedar en alguna parte del camino y ve que yo también la he pensado y la he decidido, nos lancemos en esa guerra, donde nos dejemos morir juntos para construir en conjunto y llegar no a otros males sino a esa decisión de estar al 100% , como lo manda Dios hasta la muerte.

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