lunes, 27 de febrero de 2012

En el cielo no hay hospital

Titulo tomado de la canción, de la nueva producción, de Juan Luis Guerra, y esta entrada del blog llega a causa de que así como le sucedió a él, también me sucedió a mí y a muchas personas, Dios nos sano y estamos tan felices de ello tanto que “bailamos en un pie”.
Esa canción me trajo a memoria las veces que Dios me ha sanado y hoy deseo compartirlo, ya que en muchos muros de facebook estará por esta temporada publicada esa canción, yo por mi parte publicare parte de la historia de mi vida que volvió a mi memoria.
La primera vez que fui sanada fue a la edad de 8 años, creo yo, sufría de constantes dolores de amígdalas y hasta habían dicho que era probable que tuvieran que sacarlas para que se evitaran infecciones, ese día literalmente, no les miento, sentí una mano dentro de mi boca, específicamente en mis amígdalas, que tomaban esas dos pequeñas bolas y eran limpias, y nunca más he sentido un dolor de garganta.
Recuerdo que cada vez que tenía un dolor de cabeza en casa la primera medicina a la que acudíamos era a pedir a Dios por sanidad, y pasaba, éramos sanos, de hecho después íbamos al doctor y no había por qué temer, siempre había un cuerpo sano, al que debíamos seguir cuidando.
Luego con el paso de los años y de gozar de buena salud, llego un accidente a mi vida y tuve dos cirugías en la rodilla, meniscos y ligamento cruzado rotos, el dictamen médico costoso, y Dios proveyó para ello, y no solo con eso, me ayudo en ese momento de debilidad física y emocional, porque como bien sabemos cuando estamos atravesando por un dolor o debemos ser operados entran un montón de sentimientos con los cuales no sabemos lidiar, pero hay estaba yo, en esa sala de cirugía confiando que Dios guiaría a los médicos en esa labor, posteriormente en la recuperación, las múltiples terapias, los fuertes dolores después de la anestesia, todo eso fue un proceso corto comparado con otros que tenían lesiones menores pero su recuperación no fue tan rápida. Recuerdo las noches de frió en los pies, y Dios cuidando de mí, abrazándome, y permitiéndome un proceso rápido de sanidad. Creo que Dios no solo sana sino que además usa los medios para que lo seamos, y él me dio el dinero, los mejores médicos, fisioterapeutas, y la recuperación rápida para ser sana, el estuvo ahí y fue el ayudador, el que fue llamado para estar a mi lado en momentos así y en cada momento.
También sufrí de dolores constantes de la “espalda baja” y solo con una oración, fui sanada hace un poco más de un año, le creí y aquí estoy sana.
Estos en realidad son algunos (porque no son todos los que he vivido) episodios pequeños en mi vida, agradezco a Dios porque siempre he gozado de buena salud. También he sido testigo de milagros creativos, manos y pies crecer, muelas sanadas, he escuchado personas que fueron sanas de cáncer, he escuchado dictámenes médicos de que un bebe va morir, y que luego digan esos médicos que esa sanidad fue un milagro.
Dios es un Dios sanador, y lo mejor es que no es solo en lo físico sino en lo espiritual y emocional, lo cual también lo he vivido, y estoy convencida que Dios seguirá haciendo “cosas que ojo no vio, ni oído escucho”. Lo más maravilloso del tema es que como dice la canción de Juan Luis Guerra a todos nos puede pasar, solo es decidir creer en Jesús y el hará.
Me encanta conocer a Dios de esa manera y decir que él es sanador, porque también lo he vivido y sé que él es el “gran doctor” en todo.
El resto lo dice la canción


Brigas no futebol, um problema de identidade

Nunca me ha gustado alardear de algo, mucho menos de saber un idioma, de hecho siempre me pregunto cuando veo estados o cosas en otro idioma si no se harán para eso, el caso, este texto no nace de esa necesidad, sino más bien de la necesidad de escribir, de practicar, así como es la esencia de este blog. 
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Brigas no futebol, um problema de identidade 

O futebol é um dos esportes mais conhecidos no mundo, é por isso que tem copa do mundo em diferentes lugares, que tem copas regionais, além disso, existem jogos onde quer que você for. O futebol desempenha um papel importante nas pessoas já que é um esporte com o qual a gente cresce. É uma maneira de fazer amigos, de sentir –se identificado com algo. 

É essa procura de identidade, e a identificação do que você é. E é por isso que os problemas e brigas nos estádios são o fruto do que você acredita que é, não tem a ver com o resultado do jogo mais sim com sua condição como pessoa, as pessoas acreditam que o futebol é sua vida. Além disso, não só a procura de identidade se não também a falta dela, a não educação de valores desde a família e não saber quem se é desde antes. 

Como o futebol é um esporte com o qual se cresce se tema a ideia que é fundamental para a vida, isso especialmente para os homens, então se procura identidade e tudo se desenvolve ao redor deste esporte. Nos estádios se tem amigos ou se fazem eles, porque o gosto por alguma equipe os acerca, também lá está a família e há um plano para os dias de descanso de todos, se compartilha música, se compartilha uma só cor. Então é ali onde se começa essa procura de identidade. É sua equipe é sua vida, e as brigas partem disto. 

As famílias desempenham um papel importante na formação das pessoas. Quando esse papel não existe então começa a procura de identidade, é para alguns essa procura é no futebol, na equipe, não existem valores desde casa, não sabe quem se é e não sabe a onde vai na vida. Por isso quando chegam aos estádios refletem essa falta de identidade e valores com brigas por sentimentos como raiva pelos outros, não existe respeito pela diferença, nem respeito pelas autoridades, e não diferenciam um espectáculo esportivo com a vida real. 

Em conclusão, o futebol e as brigas não e uma cousa de emoção, mais se é reflito da formação da família, falta dos valores, falta de identidade e por isso procura dela. Onde o futebol e a equipe se converte em tudo o que a pessoa precisa para viver.

domingo, 19 de febrero de 2012

El retorno de la huesuda

La huesuda es la muerte, y ha regresado, de hecho siempre está por ahí, es tal que cada vez más vemos más personas famosas irse y dejar un legado, marcar historia en lo que hacían. Pero no quiero ahondar en ese tipo de muerte, sino en la huesuda que ha regresado a mi vida. Pues ya había muerto a muchas cosas, y pensaba que ya ha había aprendido a convivir con ella. Pero no, aun duele esa fría, que no hace sino venir a recordarme que anda por ahí buscando dentro de mí,  lo que no debe estar, para que no siga vivo. 

Pero antes de continuar quiero expresar lo que es la huesuda, es esa que hace que uno ya no viva sino que otro lo haga por uno, esto es muy comprensible para aquellos y aquellas que nos hemos determinado a entrar a las filas del ejército de Dios, y es el requisito cuando se ha decido entrar de cabeza y no solo coquetear con lo que llamamos buscar a Dios, es allí cuando la huesuda se presenta y nos dice que debemos convivir con ella, que vamos por un camino y que debemos caminar a la estatura del varón perfecto. La huesuda es aquella en la que he venido pensando porque siempre he tenido un dicho que dice “ Cuando uno se tiene que morir lo hace, así sea cayéndose en la bañera y golpeándose la cabeza” y en realidad no es tan cierto, hay algunos que mueren fuera de tiempo por estar en el lugar y tiempos equivocados, pero como ya dije esto no se trata de esa muerte física sino más bien de esa que nos hace deshacernos y despojarnos de lo feo, de lo que huele mal, y aun de lo que se pinta como bueno pero que al final no nos deja brillar con la luz de Jesús. La cosa es que por esa frase que tengo y el que me hubiese caído en la bañera una de estas semanas, junto a una canción de rescate que dice “La muerte que la vida me da” hizo que pensara en la huesuda y comenzaran a verse muchas cosas a las cuales debo morir. 



En principio a cosas sencillas, que no son tan sencillas, pero que creemos que no importa si las tenemos, tales como pleitos, morir a eso por amor, por ejemplo saber que podíamos armar severo chispero por algo, pero más bien quedarse callado, responder con amor, y hacer que la cosa funcione sin necesidad de gritos, entre otras. Pero también morir a envidias, y revisarse y ver que en vez de admirar, algunos hemos creado un sentimiento que nos hace daño y sobre todo que es de los peores, morir a ello, más bien admirando a la gente y disfrutando juntamente sus triunfos. 

Pero luego cosas más complejas para uno, pues se tarda más tiempo en hacer el debido proceso, como morir al ideal de ese a quien creías perfecto para ti, y que es necesario morir para estar sano y no lleno después de mil rollos en el corazón. Decirle a los que sabían que es necesario morir, escuchar cosas, y saber que no quieres oír nada, solo quieres morir. 

Pero y cuando ya se había terminado ese tiempo de saber a que morir, y pensaba yo, que ya estaba muriendo a todo, se despertó de algún lado la incoherencia, faltando a esa parte que dice en Santiago “Hermanos, no se quejen unos de otros, o serán juzgados. ¡Pues miren, el Juez ya está a la puerta!” y “Pero sobre todo, hermanos míos, nunca juren por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Simplemente digan «sí» o «no», para que no pequen y sean condenados.” Y una vez más me mire y vi que aun falta camino, que es necesario comenzar a corregirse y tomar decisiones para morir a eso, para no terminar siendo lo que uno nunca quiso, convertirse en ello que uno odio y siempre critico. 

Es tiempo de la huesuda y vino de nuevo para decirme que “muertica me veo más bonita”. Espero morir y vivir el “tiempo de la resurrección” sé que estoy viva porque quiero siento, por que duele, porque no quisiera, pero quiero. 

Es tiempo de morir y espero estar bien muertica. 

“Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto.” Juan 12:24

jueves, 9 de febrero de 2012

Inspiração Alambrito Transformer

De los mismos productores de Bendita U y de señales llega: Inspiração Alambrito Transformer. Increíblemente nunca pensé que un regalo como un carro fuera a traer tantas aventuras y reflexiones sobre la vida. Alambrito como ya lo he nombrado antes, es el carro que Dios me regalo hace un tiempo, y desde que lo tengo Dios mismo me ha dado lecciones a través de él y me ha formado en carácter. ¿Qué locura no? Claro, ha de ser loco ver enseñanzas a través de lo común, de lo rutinario, o a través de las cosas o de los animales como Menchitas. Y bueno, es por eso que este blog se creó, para reflexionar, para escribir o intentarlo (ahora abierto a quien desee leerlo) entre otros, a pleno gusto de la que escribe y hablando un poco de ello es bien difícil sentarse a escribir sobre un tema “obligado” o que no está latente en la cabeza, como la semana pasada, donde me senté a escribir sobre la rutina y al final por ser tan rutinario, termine dejándolo por ahí, en algún lugar (quizá otro día lo retome) y por primera vez sentí ese sensación de la que hablan los que escriben, del miedo a la hoja en blanco, por eso volviendo al punto que me traía de nuevo al blog, escribo sobre cosas que se vienen a mi cabeza como un montón de ideas y enseñanzas que dejo plasmadas para no olvidar en el camino que estoy y quizá para el que voy.

Me tomare el atrevimiento de que el personaje que he ido creando sea quien cuente esta historia, algo que en realidad está saliendo, no es planeado sino que empieza a salir mientras mis dedos tocan cada letra del teclado. 

… 

Soy un transformers que no había tenido ningún sentido hasta que puesto en las manos de Adriana, termine teniendo un propósito en esta vida de autobot tal cual como Bombolbi. El propósito: ser un formador. Por esa época. 

Y ahora que tengo la oportunidad de hablar, he de contarles las cosas que Adriana ha visto y ha aprendido mientras me dejo conducir. 

Quiero decirles que es difícil ser un transformer, tener un nombre tierno pero a la vez saber que soy fuerte, puesto que soy todo un guerrero, pero nunca expresar lo que siento, es obvio soy un auto, pero no por callar y por esa necesidad de hablar, que tienen muchos humanos sino porque si pudiéramos expresar, las personas no andarían como locas olvidando que somos un privilegio y no algo de que abusar. 

Las calles Bogotanas como muchos sabrán son un poco desesperantes podríamos decir, o así lo expresaba Adriana al tenerme por primera vez, pues le daba miedo sacarme y que yo terminará siendo no un transformers sino algún carro mal parqueado por ahí. En fin, el punto de vista de un transformers es un poco más limpio que el del ser humano, nosotros fuimos creados para estar por ahí, andando por cada calle, pero ellos tienen afán de sus vidas, no respetando al prójimo. Primera lección que tuvo que aprender Adriana, a no andar afanada y aprender que la paciencia es un fruto que no nace con hablar sobre la paciencia, sino con la formación en medio de circunstancias que sacan de control. Y para eso estaba yo, un día cuando me quede tuerto, ella tuvo que respirar profundo y buscar un lugar en donde limpiar mi visión. Otro día se daño mi manera de andar y tuve que ser reparado en medio de una hermosa noche con luna. Paciencia, una de las primeras cosas que pudo aprender Adriana a través de mí. Pero luego fue más difícil tuvo que aprender a respetar a los otros ya fueran autobots o decepticons, porque debió ver al otro como mayor y a creer que ellos también tenían su parte en esas largas jornadas de trancones por las calles de la ciudad. 

Y que me dicen de esa loca manera de andar, cuando ya le empezó a gustar mi velocidad, iba corriendo como si la ciudad se la pudiera comer de una sola mordida, y fue ahí donde empecé a preocuparme. ¿Qué iba ser de ella? Se suponía que ya había aprendido paciencia pero volvía a la ansiedad, y por alguna extraña razón mientras hablaba con su creador vio que la luz roja, y que las señales son importantes para que yo sobreviva como autobot y ella viva como hija integra en medio de esas pequeñas cosas que se viven en el hoy. 

¿Saben que también aprendió? Por favor no dejen que ella lea esto, aprendió a dejar al lado su yo para compartirme con otros, le costó, vieran sus caras en la parte de atrás cuando ella no manejo, sino alguien más me tomo. De las cosas más impresionantes de aprendió es que debe cuidarme, limpiarme y ser consciente que si estoy ahí para ella debe ser responsable y buena administradora de mi, pero a la verdad lo que más me sorprende es que entendió que el hecho de que yo sea autobot implica que aunque ella conduzca no es la piloto sino la copilota de su vida, pues su piloto es su creador, es por eso que soy autobot. 
Así es, soy autobot y hago parte de esa cantidad de autobot que piden a gritos en el silencio que tengan cuidado de nosotros y que puedan ver las lecciones que tenemos para dar. 
Para despedirme por si no lo saben los autobot como yo, debes en cuento echamos globos, literalmente. 


…. 

Esta es la historia de esta primera entrada del mes de febrero, me rio al leerla, porque se de lo que habla Alambris. 


Alfarero

Vivir con dolor es una cosa muy fuerte. Escribo esto mientras me pasan electricidad en uno de mis pies. Aquí estoy en rehabilitación tratand...