A mi mamá le debo parte de la persona que soy, si alguien ha visto generosidad en mi eso eso lo debo a mi madre, ella es la mujer más generosa que conozco, con nosotros los de su casa pero también con los de afuera, a veces, lo confieso, hasta la regaño por ser tan madre, y es que hay días donde no me cabe en la cabeza como es que ama tanto, ella podría tener enfrente a los que más le han hecho daño y darles comida, bendecirlos, orar por ellos y por sus familiares enfermos, de hecho lo ha hecho, ella hace esto porque entiende una dimensión del amor que confieso a mi aún me cuesta comprender.
Ella ama sin reservas, incondicionalmente, no le importa sacarse literalmente el pan de la boca para darlo a alguien más. Mi madre me ha enseñado a amar así, insisto me falta mucho, pero cada vez que quiero renunciar a dejar de dar y pensar que la gente es mala o algo así, la veo a ella y me vuelve a inspirar.
Mi madre es la mejor de las mejores madres del mundo, es una heroina, que lucho al lado de papá por lo que hoy tenemos, que le creyó a Dios y se entregó sin reservas a él. Y eso es lo que más le debo una vida significativa porque fue ella quien me llevó a conocer a Dios a la edad de 5 años, fue ella la que me llevó a ver qué la vida es más allá que solo trabajar para comer y comer para trabajar. Me mostró el Dios que amo y admiro.
Yo la he visto en sus peores días, la he visto llorar, la he visto enferma, la he visto cometer errores y también he tenido que perdonarle algunas cosas pero nada de eso pesa más que el saber que ella a pesar de todo no ha dejado de luchar, que tiene una fe inquebrantable, que me ha mostrado amor, que sus oraciones me salvaron cuando yo estaba en el hoyo, ella lo sabía y no me criticó, solo oro, y me amo.
Ella levanta a otras mujeres, otras tantas la envidian pero yo sé que en el cielo su recompensa será gigante.
Doy gracias a Dios, por cada cosa que mamá a hecho por mí, una reciente fue escucharme en una decepción amorosa, me miró, me escucho y lloro a mi lado, me consoló y me dijo que esa persona no sabía lo que se perdía, que soy valiosa, ese día la sentí cercana, mire en sus ojos que no solo me habían lastimado a mí sino también a ella. Me pregunté cuantas veces la hice yo sufrir y solo pude agradecer en silencio el regalo de tenerla.
Hoy la honró por cada detalle que me ha dado, por cada oración que hizo que el cielo se moviera y se mueva a mi favor, hoy la honró y espero que ella pueda saber que la amo, y que atraves de su ternura he visto la ternura de Dios. Te amo mamá.
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