miércoles, 7 de octubre de 2015

Cotidiano

Llevaba mucho tiempos sin alimentar el blog, la verdad no es que no tenga nada que contar, más bien es que he tenido un tiempo de bastante trabajo, pero de eso hablare quizás en otro momento, he regresado al blog con un mensaje que puede cambiar la cotidianidad de muchos, sí suena algo exagerado pero es la verdad.

Comenzare diciendo que desde hace ya mucho tiempo he visto que soñamos con lo extraordinario, con milagros impactantes y eso esta bien, pero creo que el problema que no veamos lo gigante, los sueños cumplidos radica mucho en precisamente eso que esperamos que algo baje del cielo y cambie nuestras vidas, pero hemos rechazado y le hemos quitado el merito a lo pequeño, los pequeños inicios parecieran un obstáculo en nuestra vida, y al contrario, creo yo, que para que se den las grandes cosas que anhelados, debemos partir de lo básico, de lo diminuto, por ejemplo queremos tener grandes responsabilidades pero como le escuche hace poco a un reconocido cantante - no somos responsables ni con la tendida de la cama-, y debo confesar que a veces me pasa, es aburrido tender la cama, pero el punto aquí es que lo sencillo nos parece algo despreciable. 

La verdad desde que aprendí a ver las cosas pequeñas como el paso a cosas inmensas es allí donde cambio mi perspectiva, mi manera de ver la vida, por ejemplo inicie un ahorro hace varios años desde que inicie a trabajar luego de la universidad y la verdad es que mi sueldo no daba para ahorrar, quinientos pesos no valían nada, pero propuse ahorrar y luego Dios comenzó a bendecirme, sí Dios, él se encargo de darme cosas que le había pedido y que pensaba que nunca iba a tener por dar un ejemplo el carro y luego el cambio de ese por otro.

En lo cotidiano he descubierto un gran secreto que se los daré hoy gratis, espero puedan abrir sus ojos a las siguientes letras, solo podemos hacer de lo cotidiano algo extraordinario cuando el poder que levanto a Jesús de los muertos vive en nosotros. Exactamente eso fue lo que paso en mi, me comí el cuento de que con Dios nada es grande y puedo soñar porque él vive en mi. 

Un día cualquiera estaba trabajando y una compañera estaba desesperada porque lo que realizaba en ese momento era complicado, puso de fondo una canción, vive en mí de su presencia, mientras trabajaba y susurraba la canción de forma impresionante su animo cambio, y también me contagio, cantábamos mientras trabajábamos y al final del día eso que había por hacer fue exitoso.

En otros momentos he sentido la voz de soledad y tristeza sin razón, acercarse a mi puerta pero cuando recuerdo esas letras, esa verdad, que el poder que levanto a Jesús de los muertos vive en mí, entonces se van esas emociones, soy libre en solo un instante al pensar que si la muerte fue destruida entonces puedo hacer cualquier cosa porque Jesús que vive en mí. 

Imagen tomada de página de Facebook, Iglesia El lugar de Su Presencia



Espero estar dejando algo en este blog que marque vidas, una invitación a cantar y recordar que lo cotidiano, lo pequeño, se vuelve grande cuando dejamos que Dios use la canción que parece pequeña,  y entendemos que nada es difícil, despertar con fuerzas aun después de haber trabajado de 7am a 9 pm y haber dormido poco, realizar un examen en la universidad aunque lo habíamos dado todo por perdido, ser sanados emocionalmente y físicamente, ver familias restauradas, soñar y ver los sueños cumplidos, y pude usted completar esta raya _________ pensando lo que es difícil para usted y mientras escucha esta canción, ver que él Dios que resucito vive en usted y cambia lo cotidiano por algo que quizás nunca había soñado.


1 comentario:

Alfarero

Vivir con dolor es una cosa muy fuerte. Escribo esto mientras me pasan electricidad en uno de mis pies. Aquí estoy en rehabilitación tratand...