Esta mañana cuando iba rumbo a el lugar a el cual madrugo los martes, escribí esto en el facebook: Si uno cede en las convicciones, en los principios, aunque sea la mínima medida que exista, nunca nada será igual, comenzando porque mirarse en el espejo no seria lo mismo. Uno lo sabría. Y luego de esto pensé todo el día en eso.
Algunas personas ya no tienen principios, ya no se mueren por ellos y ni siquiera los defienden, ayer alguien me dijo que cuando la gente no hace ciertas cosas uno tiene que ceder y un poco molesta le respondí y me dije para si, que no, que eso no era cierto que hay cosas en las que uno no puede ceder.
Me imagino a todos aquellos que ceden en las cosas que no deben ceder, que viven el momento y olvidan que por ese exquisito instante, pueden estar perdiendo su vida, me imagino esa historia tan conocida donde un plato de lentejas hace que se venda una progenitura, pero me imagino todos estos casos, que son tan reales hoy día.
Me imagino a un señor manejando su carro, incumpliendo una señal de transito, me imagino a un policía de transito acercándose para hacerle su debido parte, me imagino a ambos llenos del suculento plato de lentejas, el uno por ahorrase unos pesos, el otro por tener algunos de más. Me imagino a alguna secretaria ocultando información porque su jefe se lo pidió, me la imagino a ella, comiéndose su plato de lentejas porque sino la pueden echar, me imagino al jefe comiendo su plato porque así podrá alcanzar las cosas por el camino fácil. Me imagino al que miente con astucia porque se atraganta con las lentejas ya que se le ha vuelto una mentira su propia vida, me imagino a la gente porque aunque lo he visto no es la historia de nadie pero si de muchos.
Es que es tan difícil realmente ser coherentes cuando se ha cedido en algo, el camino se vuelve tan turbio y las lentejas huelen tan bueno, pero al final son solo un plato mal cocinado. Cuanto dolor de panza debiéramos tener mejor, por no comernos esas lentejas a fin de no vender los principios, las convicciones, debiéramos tener un carácter de hierro, que no fuera movido por el dinero, la aprobación, la ruta "fácil de la vida" pero la verdad es que esto no se puede formar si lo que se cree ha sido basado en arenas movedizas y no en una roca firme. Lo que es cierto es que no se puede mantener firme sino se esta mirando constantemente no caerse, si de tiempo en tiempo no se revisa los errores y se enfrentan, el problema es que odiamos cavar hasta el fondo para revisarnos y llegar hasta la roca para luego si construir. Yo por mi parte espero no vivir al limite sino como bien se lo escuche a un hombre del que últimamente aprendo mucho y es vivir al margen, porque en el limite me puedo cruzar o caer.
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