Octubre siempre me hace reflexionar, ya que ese es el mes de mi cumpleaños, este año he venido pensando sobre las miles de cosas que he aprendido con el paso de tiempo.
He aprendido que cada cosa que hacemos muestra un resultado, por ello he entendido que cada decisión que tomo generara una consecuencia en mi, aquí y ahora, o más adelante o en mi generación o en ese futuro hijo(s) que pueda tener, razón por la cual disfruto estar soltera, cosa que es extraño para muchos, razón por la cual no le he dicho- si- a algunos hombres, porque con el paso del tiempo he entendido que uno en el amor también elige con quien estar. He aprendido que las amistades valen oro pero que no pueden ser el primer lugar de mi corazón. He aprendido a morir al reggae, a la música andina, a caminar por el centro, a la compañía, a la soledad, a un buen libro, a opinar, a callar. A mis gustos y aun disgustos. He muerto y aun sigo viva. He sido limpiada y bañada. Y he aprendido a disfrutar nuevamente de eso a lo que morí.
Cada cosa por pequeña que sea me ha llevado a buscar dentro de mí eso que huele mal, aquello que apesta dentro mi, cosa que odian muchos, porque eso implica enfrentarse con el pasado, con el dolor, con los egos, implica conocerse y al tiempo desconocerse. No es fácil pero son procesos necesarios a hacer. He aprendido a asumir mis faltas, a pedir, perdón a corregirme pero también he aprendido a vivir con las consecuencias de muchas faltas que cometí.
He aprendido que aunque muchas de las cosas que hedían en mi, y cosas con las que tengo que seguir trabajando tal vez no fueron culpa mía, como el que no aprendiera mil cosas en casa, por crecer en medio de la figura pero no del rol, sin embargo también aprendí que el que conozca el inicio de algo que pasaba en mí, no es excusa para que siga así, hay que limpiar, restaurar y cambiar.
Hoy disfruto nuevamente como una pequeña de las pequeñeces, de la lluvia, del sol, del aire, de ver a ese hombre que creo que es de mi mismo corte pero no sé si cortado con la misma tijera nombrado en una entrada pasada, disfruto de verlo y que él me mire, disfruto de esa sensación de reencuentro con las personas cada sábado, disfruto de mis autoridades, de mi familia, de la brisa diaria, pero lo que más me gusta disfrutar es de estar en la presencia de mi amado.
Me encanta dejar por escrito algo que estado pensando porque me recuerda que voy por un camino que se realiza con las pequeñeces y no esperando que pasen cosas gigantes, me recuerdo que es maravilloso vivir, oler, comer, el sol, las palabras, las lagrimas, la risa, cada cosa.
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