jueves, 29 de septiembre de 2011

Frente al tema "Bolillo"

Escrita hace un tiempo...

No escribo hablando de fútbol, ni para dar una opinión buscando aplausos y mucho menos comentarios amargos (que de esos suelen salir mas), sino son unas letras que desee compartir el resto ya no dependerá de mi. 

No estoy de acuerdo con la violencia, por que ella genera más violencia. La "justicia" tomada por nuestras manos solo es una excusa para pasar de victima a victimario. Para convertirnos en lo que más odiamos. Esto pensé al escuchar que casi linchan al bolillo porque le pego a una mujer. Aclaro, no estoy de acuerdo con que un hombre le pegue a una mujer. Me pregunto ¿si la noticia hubiese salido si no hubiese sido alguien reconocido en el país?, y la respuesta seria no, desde mi punto de vista. Ya que aquí nos gusta hacer alboroto, pero mas allá de eso existe un discurso y no es si sacamos o no al bolillo de la selección, por que si así fuese entonces debería dársele a todos los hombres que golpean a una mujer o a un niño o hombres que aunque nos parezca mentira también son violentados, deberían entonces quitárseles los trabajos, si esa fuera la regla, pero no, nosotros nos escandalizamos cuando aparecen estas noticias solo cuando son personas famosas. 

Deberíamos pensar un poco más allá, pensar en que nuestro país es un país lleno de violencia, que necesita un cambio, que necesita un nuevo aire, pero ese aire no esta en las críticas, que además son generadoras de más violencia. 

Nos convertimos en victimarios cuando deseamos golpear al otro porque no piensa igual que uno, o porque golpeo a una mujer, porque mato a una lechucha. Aclaro una vez mas, no estoy de acuerdo con esos actos, pero tampoco con ser generadores de más violencia porque nos volvemos “al lado oscuro” y terminamos convirtiéndonos en aquello que odiamos. 



Nuestro país sufre violencia pero nosotros podemos ser parte de otro tipo de reflexión de otro tipo de salida, podemos hacer reflexiones no desde el amarillismo sino desde lo que necesita el país. Y por otro lado podemos cambiar en la medida que no vemos al otro como menor a uno sino que servimos a otro creyéndole mayor que uno, pero esos ejercicios son los más duros, esas “micro-revoluciones” son más exigentes, porque piden de nosotros no solo palabras sino actos a diario y eso si que es un trabajo bien difícil. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Alfarero

Vivir con dolor es una cosa muy fuerte. Escribo esto mientras me pasan electricidad en uno de mis pies. Aquí estoy en rehabilitación tratand...