Esta historia es real, es mi historia, la historia de una hija que conoce a su Padre por primera vez en un momento oscuro de su vida, quizás de esos que marcan para siempre, el día donde una cosa crucial pasó, donde se rompió literalmente algo, unos meniscos y el ligamento cruzado anterior, fue hace tiempo ya, pero es mi historia y de como ese día conocí el abrazo del Padre. Regresó a mi con toda esa época de mi vida, porque he estado pensando el en amor del Padre, mi Padre, aquel que me ha cuidado desde niña y no duerme solo por cuidarme, aquel que es el único que conocía que amaba que me dijeran "mi niña", he estado pensando en que siempre me guarda y que definitivamente cuando siento temor no sé trata de él sino que aun no he sido perfeccionada en su amor, como lo dice ."1 Juan 4:18 En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios." Su amor es precioso y así conocí su abrazo y su consuelo.
Más que palabras, más que una historia, más que una canción como lo dice la canción de Marcos Witt, mi deseo es expresarle gratitud a mi Padre, porque por él vale la pena vivir, respirar, despertarme cada mañana, él me dio identidad, destino, propósito, él me diseño, me hizo mujer, bella, frágil y fuerte a la vez, me trata con la mayor dulzura, me ama a pesar de mis faltas y errores, me ama a pesar de mi misma, es al único que no he tenido que darle una razón para amarme, me ha amado y con amor eterno, por eso este texto es parte de una manera de agradecerle por tanto, tanto, porque cuando uno se sabe amado todo cambia, nada es igual y todo adquiere un nuevo color. Y quiero amarlo con mi vida entera por siempre. Recuerdo que su amor como se habla en Loves Enduring Promise : "La verdad del amor de Dios no es que permitan que pasen cosas malas. Es su promesa que estará con nosotros cuando pasen."
Está canción me encanta, disfrútenla.