No soy romántica del tipo común sino del extraño, las flores no me matan, sino la coherencia de las plabras de un hombre, poco me gusta el chocolate, pero disfruto de un buen café y una buena charla, en fin, a mi lo que me gusta es escuchar historias de amor, le pregunte a un par de amigas lo que han hecho por amor, sus respuestas fueron que viajar para estar cerca del ser amado, también que madrugar para llegar a la casa del amado y sorprenderlo, y cosas por el estilo. Me encantan historias de estas porque yo también las he vivido, debo confesar que he hecho cosas que se salen del común en mis actos, la última cosa que hice nunca pensé que llegaría a hacerla, me atreví y no pensar que no lo hice por miedo o prejuicios, la verdad es que no voy a contar nada sobre eso, ni más faltaba, pero si alguna vez recuerdo llegar al trabajo de un ex novio en muletas por cirugía en rodilla, después de haber tomado un colectivo porque no había para taxi, y llegar en muletas al trabajo, verlo y sólo saludarlo, quería sorprenderlo. No sé sí eso fue amor, supongo que en su momento lo fue.
Pero la verdad es que creo en el amor no sólo de pareja sino de familia, de amigos, alguna vez le hice a mamá una celebración sorpresa con todas mis tías, ahorre hasta el cansancio, hubo comida y hasta un trío de cantantes un poco extraños, pero hay estaba yo, mostrando un poco el amor que siento por mamá, con todo este tema recordé que el amor por otros es algo maravilloso, recuerdo que en el colegio, alistaba la maleta de una amiga cuando el timbre final del día había sonado, ella salía detrás de los profesores a hacer alguna pregunta en su hambre de conocimiento, yo veía sus cosas tiradas en el pupitre y en el suelo, buscaba sus pertenencias las metía a su maleta y llevaba esa maletota a su madre, la de ella, o a su papá quienes la recogía, tengo muchas historias de ese estilo, algunas más locas que otras que a la verdad no he compartido con nadie porque parecerían algo no cuerdas cuando muchas veces vemos que ya nadie hace nada por el otro.
Alguna vez le pague el transporte a un niño que veía que salía de la misma reunión que yo, otra vez salir en pijama sólo para llevarle un trabajo de universidad a una amiga, tome un taxi para hablar con alguien que acababa de irse, hice muñecos en platilina, cartas, cajas con mensajes, nunca nada igual todas y cada una de las cosas eran específicas para la persona a quien se lo daba, madrugue sólo para darle un regalo a un amigo por su cumpleaños, hoy recuerdo todo esto porque he hecho muchas cosas por amor, y sin que suene raro por el prójimo por el que está ahí, al lado que es como uno pero diferente.
Pensé en todo esto por esa pregunta, pero a la vez pensé en que toda y cada una de las cosas que he hecho por otros que no están escritas aquí, primero han sido ideas bajadas del cielo, segundo haré más cosas por aquel con el que pasare el resto de mis días ( sí llega...es broma) y tres que no hay detalle en el mundo o que alguien haga, o exprese mayor, al amor que un día Dios mismo decidió dar al hombre, entregar a su hijo Jesús sólo para que tengamos una relación correcta con él, no hay nadie en este mundo que pueda amarnos y llenarnos como él. Lo mejor de ese amor es que es amor que no muda, que no se acaba y que lo llena todo. Yo he decidido vivirlo, conocerlo a diario, porque para mi, uno de los mensajes de la cruz es que tenemos relación con él y por eso podemos tener buenas relaciones con los demás, con los que están al lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario