Las relaciones ya no se construyen como antes, donde uno se conocía o lo presentaban sino que ahora se agrega al Facebook, se chatea y así por fin algún día hay algún encuentro cara a cara, en otros casos la gente se presenta se pasa el número de celular y se habla por whastapp, se dicen cosas que nunca se dirían en vivo y en directo. Esto como para iniciar, la verdad es que no me sorprende mucho de algunas personas, pero sí me sorprendió al verlo en profesionales de la salud, hace un tiempo estaba buscando médico para el lugar donde trabajo, tome algunas hojas de vida, y algunas personas quedaron citadas para entrevista, algunas de ellas nunca llegaron a aquella cita, no llamaron, no supe nada, tal era mi urgencia que les llame para recibir del otro lado voces molestas diciendo que ya no les interesaba la propuesta. Los pocos que llegaron a la cita llegaron tarde, tristemente no he conocido un médico puntual.
De otro lado me sorprende el valor que tenía antes la palabra para la gente, me cuentan mis padres que hace mucho la gente no firmaba contratos, letras o compromisos para tomarlo en serio, desafortunadamente hoy muy pocos cumplen su palabra, o la dicen a la ligera, se habla de llegar a. Un lugar a tiempo y se llega 10 a 20 minutos tarde, se habla de entregar un trabajo y el día de la entrega se esta pidiendo plazo para entregarlo luego. Se dicen mentiras como un día de esto nos vemos, mañana o al rato te llamo, llego a tal hora, te pagó tal día el dinero que me prestaste, entre tantas otras.
Me entristece esto, más cuando al hablarlo con la gente se molestan, sacan excusan y no reconocen el error, tristemente porque esa es la cultura del Colombiano, y del latinoamericano por lo que me cuenta un escritor amigo mío, cuando estuvo en Europa haciendo una maestría un profesor les de jo un trabajo la primer clase, nunca más anhelos el tema, y al llegar el di de entrega todos excepto los latinoamericanos llevaron el trabajo, dieron excusas y pidieron plazo al profesor, quien obviamente les dijo que no, y quien al ver a mi amigo escritor le dijo " Usted haciendo quedar mal a los latinoamericanos"
Deafortunadamente vemos el cumplir horarios, ser disciplinados, cumplir la palabra, devolver hasta 50 pesos prestados, hacer fila sin colarse ni aprovecharse de condiciones de privilegio, entre tantas como ñoñería, como un absurdo o como hasta extremismos, pero mi conclusión es que definitivamente no importando las etiquetas me esforzare por ser una persona coherente, que lo que dice lo cumple y que su sí sea sí y su no no, y que cuando ya se me salga de las manos, dar la cara y hacer la tarea de pedir perdón y al final cumplir con el acuerdo dicho.
Ya no los hacen como antes pero como no soy de aquí sino de allá, entonces cuando haga los míos los haré como los de antes, donde lleguemos hasta lo último de la tierra con la contracultura y no la cultura que nos enseño a ser un poco más deshonestos e irrespetuosos con el otro.
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