domingo, 31 de marzo de 2013

Un encuentro inesperado

Hace aproximadamente 3 años deje de hablar con alguien, sencillamente deje de llamar, y pensé que todo estaba solucionado, que ya no habría nada en mi interior que para lo que recién había empezado. Me encontré a esa persona días atrás, solo para darme cuenta que todos esos pensamientos que habían empezado a rodar mi cabeza y todos esos sueños, eran realmente por algo, y que no había querido indagar en ese algo. Al encontrarme con esa persona los minutos se hicieron largos, charlamos a lo mucho 5 minutos pero para mi fueron más tiempo, y es que así se vuelven esos momentos, instantes donde el tiempo ya no es tiempo, cruzamos un par de palabras y ya. Pero en mi interior quedo un sin sabor, o más bien un sabor amargo, como si de repente se rompiera algo en mi interior. Días después de esto vi una escena que por muchos años se repitió en mi vida, así que está fue el punto de partida para correr a el Padre y realizar un examen interior.

A nosotros no nos gusta revisarnos probablemente porque tememos romper esas corazas que nos auto protegen  porque es difícil entregarse para que Dios sea el que nos proteja. Así que hay estaba yo, buscando un encuentro inesperado no con la gente sino con el único que podría darle razón a eso que ocurría dentro de mi. Me encontré una vez más con Jesús  llore y llore, hable con él sobre lo más intimo que me había pasado, lo vi cubriéndome como quien guarda a una pequeña para que no sea lastimada, decidí hacer el proceso bien, sin esquivar nada, contarle todo, tal cual como David lo hacia en los Salmos, pues era lo único que debía hacer. 

Hay momentos en la vida donde siento que fallo, que no di la talla, en los que me equivoco, en esos momentos vuelve Jesús y me da nuevas oportunidades, nuevos caminos por los cuales caminar, abre caminos donde antes yo no los veía, ese es el Jesús en el que creo, aquel a quien puedo contarle lo más intimo y sé que le importaran mis lagrimas, mis risas, mis pataletas, aquel que me puede amar y limpiar cualquier error que pudiera haber cometido, aquel que hizo una pausa en la eternidad solo por mi. 

Ahora sé que aun el tuvo el control de esta situación y que una vez más busco la manera en la que yo pudiera acercarme al Padre para volver a darme un nuevo corazón. Ahora sé que cuando lo busco a él y le cuento todo, andaré de la manera correcta aun con la gente. Ahora sé una vez más que a nadie le podría entregar mi vida entera sino solo a él pues aun él me conoce más de lo que yo pudiera conocerme. 

Si alguien llega a leer este texto, y aunque no entienda mucho de lo que se escribe que solo le quede esto en su interior y es que el vino por mi y por usted que lee este texto, que no hay amor mayor amor que el que él nos entrego, que en eso consiste el amor: "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." 1 Juan 4:10.  Tal cual como yo pude acercarme a él y dejar que él le diera un nuevo color a mi vida, tal cual puede pasar con usted en cada área de su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Alfarero

Vivir con dolor es una cosa muy fuerte. Escribo esto mientras me pasan electricidad en uno de mis pies. Aquí estoy en rehabilitación tratand...