Me gustan las películas, series, libros, que juegan con el tiempo, el pasado, el presente, el futuro; muchas veces me pierdo en medio de todo el revuelto, y otras tantas veces noto errores en ellos, en la trama de ello, y al final termino comprendiendo todo lo cual me deja una satisfacción enorme.
Lo que me impresiona es que siempre al viajar en el tiempo muestran un futuro malo, de destrucción, el cual tratan de cambiar y al intentarlo pareciera como si el destino les jugara una mala pasada y no pudieran evitarlo. Muy al estilo tragedia griega, que aunque se alejan del terrible destino siempre lo cumplen no importando que decisiones tomen todo los lleva al lo mismo.
Pero al final las historias si cambian ese futuro, logran vencer el terrible destino que les esperaba.
Hoy pienso en esto porque creo que todos tenemos alguna especie de destino, pero este no es trágico, déjeme explicarle, si tuviéramos nuestro propio delorean de la película volver al futuro, veríamos eso que tanto hemos soñado, lo que usted ha soñado. Estoy convencida que hay un plan para cada uno de nosotros, no importa cuán grande sea el mundo, o que cantidad de personas hay en él, convencida estoy que hay un plan magnifico, pero ese plan no es un destino al cual llegar o el cual simplemente vamos a llegar porque es un destino, ese plan diseñado en el cielo, solo puede darse en la medida que tomamos las decisiones correctas, en el tiempo correcto, y eso incluye que uno este donde tiene que estar y no donde le gustaría estar, tiene que ver con estar con la gente que se tiene que estar.
Antes esas verdades a mi modo de ver, me causaban temor, pensaba en que si la embarraba ese sueño caería poco a poco, pero hoy tengo la tranquilidad de un niño al saber que al entregar todo el control a Dios puedo encontrar ese camino y el paso a dar día a día, no necesito ver el futuro y cambiarlo hoy, necesito como dicen muchas veces esas reflexiones en esas series, películas, libros, mirar el hoy sin olvidar que habrá un mañana y con la conciencia que las decisiones que tome hoy harán ese mañana, no hay un destino escrito que se cumplirá, hay un plan marcado, que decido caminar, que decido tomar, pero no como quien se las sabe todas, sino entregándole el control a mi amado para que el guié mi andar y sobre todo me ayude a hacer lo que tengo que hacer cuando tengo que hacerlo, que me ayude a lidiar con errores, y aun conmigo misma, porque él será quien me aconseje en los pasos y me enseñe a no hacer consensos de los principios que debiera tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario