domingo, 8 de mayo de 2016

Elogio a minha mãe

Hoy celebramos en algunos países el día de la madre, me gusta esta fecha por varias cosas una de ellas es que conozco a cada mamá de mis amigos de Facebook, y en realidad de los más cercanos ya tengo el privilegio de conocerlas y de compartir con ellas. Pero me gusta la fecha más que por ver la cara de las madres, por esos bellos mensajes que dejan para ellas. Yo espero que esas madres sepan que sus hijos las aman y están agradecidos con ellas, porque a la verdad muchas de ellas no tienen Facebook. La mía no lo tiene. Por eso hago este elogio para que ella lo escuche de mis labios, y sepa no sólo en esta fecha cuánto le debo.

A mi mamá le debo parte de la persona que soy, si alguien ha visto generosidad en mi eso eso lo debo a mi madre, ella es la mujer más generosa que conozco, con nosotros los de su casa pero también con los de afuera, a veces, lo confieso, hasta la regaño por ser tan madre, y es que hay días donde no me cabe en la cabeza como es que ama tanto, ella podría tener enfrente a los que más le han hecho daño y darles comida, bendecirlos, orar por ellos y por sus familiares enfermos, de hecho lo ha hecho, ella hace esto porque entiende una dimensión del amor que confieso a mi aún me cuesta comprender. 

Ella ama sin reservas, incondicionalmente, no le importa sacarse literalmente el pan de la boca para darlo a alguien más. Mi madre me ha enseñado a amar así, insisto me falta mucho, pero cada vez que quiero renunciar a dejar de dar y pensar que la gente es mala o algo así, la veo a ella y me vuelve a inspirar. 

Mi madre es la mejor de las mejores madres del mundo, es una heroina, que lucho al lado de papá por lo que hoy tenemos, que le creyó a Dios y se entregó sin reservas a él. Y eso es lo que más le debo una vida significativa porque fue ella quien me llevó a conocer a Dios a la edad de 5 años, fue ella la que me llevó a ver qué la vida es más allá que solo trabajar para comer y comer para trabajar. Me mostró el Dios que amo y admiro. 

Yo la he visto en sus peores días, la he visto llorar, la he visto enferma, la he visto cometer errores y también he tenido que perdonarle algunas cosas pero nada de eso pesa más que el saber que ella a pesar de todo no ha dejado de luchar, que tiene una fe inquebrantable, que me ha mostrado amor, que sus oraciones me salvaron cuando yo estaba en el hoyo, ella lo sabía y no me criticó, solo oro, y me amo. 

Ella levanta a otras mujeres, otras tantas la envidian pero yo sé que en el cielo su recompensa será gigante. 

Doy gracias a Dios, por cada cosa que mamá a hecho por mí, una reciente fue escucharme en una decepción amorosa, me miró, me escucho y lloro a mi lado, me consoló y me dijo que esa persona no sabía lo que se perdía, que soy valiosa, ese día la sentí cercana, mire en sus ojos que no solo me habían lastimado a mí sino también a ella. Me pregunté cuantas veces la hice yo sufrir y solo pude agradecer en silencio el regalo de tenerla. 

Hoy la honró por cada detalle que me ha dado, por cada oración que hizo que el cielo se moviera y se mueva a mi favor, hoy la honró y espero que ella pueda saber que la amo, y que atraves de su ternura he visto la ternura de Dios. Te amo mamá. 

miércoles, 4 de mayo de 2016

Viajar sin compañía

Hace un tiempo, no mucho, aunque ya lo parece, por las ganas de emprender un nuevo viaje, estuve en Brasil. Cumplí un sueño que tenía desde niña, viajar por qué si, para conocer, para dejar ir, para volver a morir y volver a nacer. 

Para mí los viajes significan mucho, porque implican preparación previa, porque te lleva a obligarte a ponerle pies a los sueños. Y eso fue lo que pasó con este viaje. Ahorre mucho tiempo, me negué a comprarme cosas, a hacer ciertos planes, porque sabía que esto implicaba un día menos de viaje, un hospedaje, una comida y hasta una botella de agua en ese lugar. 

Lo más interesante fue que no sólo quería conocer ese lugar sino que se unió a un anhelo de antaño, viajar sola, porque quería redescubrirme, saber cómo me comporto frente a lo desconocido, qué pasaría si dependiera solo de mí en alguna forma. Qué pasaría si tuviera que enfrentarme a mis miedos, cómo iba a reaccionar, qué iba a hacer. 

Y así lo viví, algo que uno sabe en su interior que debe enfrentar, yo me enfrenté a la soledad, por ejemplo. Cuantas veces queremos estar rodeados o llenos de ruidos para olvidar con qué cosas cargamos a diario, lo interesante es que uno lleva esas maletas a donde uno vaya y solo deja de hacerlo hasta que se enfrenta a ellas y decide entregarlas. 

Viajar sola me llevó a vivir una aventura, la aventura de conocerme, de estar en silencio, de volver a soñar, pero también a dejar de lado el miedo a no poder hacer algo por mi misma, dejar la dependencia emocional hacia las cosas y las personas, allí volví a saber que la única dependencia real y maravillosa es la dependencia de Dios. 

Me gusto viajar sola, pero comencé a extrañar, mi casa, la comodidad, la comida, los más cercanos a mi, los planes, y por eso di gracias a Dios por el valioso regalo de la vida, de la juventud, de sentirme así, de poder extrañar, pero también de saber que en un futuro, espero cercano, pueda hacer la construcción de amar a alguien, ser amada, y tener familia, no sólo porque si, ni para llenar soledad, porque esta se fue hace tiempo, sino porque en nuestro caminar nos encontramos con la persona correcta para hacer los planes diseñados en el cielo para cambiar generaciones. 

Con este texto dejó los sentimientos plasmados de lo vivido pero la invitación a soñar, a romper con los límites malsanos y poner los límites que nos llevan a la libertad. 

Alfarero

Vivir con dolor es una cosa muy fuerte. Escribo esto mientras me pasan electricidad en uno de mis pies. Aquí estoy en rehabilitación tratand...