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miércoles, 21 de octubre de 2015
Miedo
Observo que el miedo es algo común en la gente de mi edad, no sé si es porque se acercan la los 30 o están en los 30. A mis 27, a punto de cumplir 28 por estos días, me siento tranquila y satisfecha en muchas áreas de mi vida, hace tiempo deje de quejarme y pongo bastantes barreras para no recaer en tan mal habito. Me siento a escuchar distintas personas, aún a personas con más edad y encuentro, que estamos llenos de miedos. Miedo a enamorarnos o a nunca hacerlo, miedo a soñar y por ello quedarnos arraigados a un trabajo que trae frustraciones, miedo de perder, miedo de ganar, hay miedo de viajar, miedo a la perdida de alguien, múltiples miedos.
He tenido muchos miedos en mi vida, miedo a las arañas, y en general a los bichos, no crean que es sin fundamentos, una vez corría por un cafetal y abejas me picaron en la cabeza, otra vez hormigas me mordieron y así sigue la lista, miedo a los perros, también me mordieron de pequeña y me rompieron un pantalón de sudadera, le he tenido miedo a soñar, por la falta de tiempo y dinero, he tenido miedo se soñar con el amort, no por los años sino por las malas experiencias, las cartas rotas en mi cara, los rechazos, he tenido miedo a tener amigos, porque la gente no cree en la amistad tenemos clavado en lo profundo de nuestro corazón la decepción, el que todo el mundo nos va a fallar.
Podría enumerar miles de miedos, pero últimamente ya no tengo esos miedos, he decidido arriesgarme, en todas esas cosas, porque para mi es preferible intentarlo una y otra vez a vivir una vida en el hueco del temor, hace unos dos años por ejemplo me lance a la aventura de dejar el trabajo que estaba haciendo por ir por algo más, por tener lo propio, y hasta ahora estoy iniciándolo, para muchos ando desubicada, para otros soy una dura, lo cierto es que llegar a eso que creemos es la tierra prometida no es empezar a comer la miel y la leche de una vez, sino que implica en primer lugar vencer el miedo y empezar a trabajar, la tierra esta, y sera fructífera en la medida que la trabajemos.
He decidido llamar a amigos aunque no devuelvan la llamada, he decidido creer en la amistad, he decidido consentir a perros aún con temor, y ya me siento más calmada con ellos, he decidido soñar con pocos recursos y con una agenda apretada, trabajo, ahorro, planeo y llevo a cabo, he decido disfrutar cada día sabiendo que es un regalo, he decidido amar a la gente, ser difícil de ofender, perdonar, creer lo mejor del otro. El secreto para todo esto no son las decisiones o la madurez que dicen se adquieren con los años, mi secreto siempre lo sera poner mi confianza en Dios andar de la mano del consolador, buscar llamar su atención a diario para que guié mi caminar, él me impulsa a soñar, a levantarme cuando caigo, a dejar caer mis lagrimas cuando debe pasar, pero sobre todo me ayuda a matar los miedos a acorralarlos contra la pared y darles el puño final que los dejara tirados en la lona.
Últimamente soy solo una mujer con sombrero, sin mucho atractivo más que el que creerle a Dios y confiar en él, en que los mejores años de mi vida vienen, no porque lo digamos a diario, sino porque confianza se trata de dejarse caer a soñar esperando que él no nos dejara caer sino que pondrá un nuevo reto en el cual caer. Cuesta horrores, la verdad es esa, pensé que nunca nadaría porque tomaba mucha agua y sentía ahogarme, pensé que no volvería a correr porque tenia dos cirugías de rodilla, y la recuperación me hizo sentir que no caminaría del todo bien, y este fin de semana competí en Villa de Leyva 6K, pensé que no podría salir del país a viajar, y he recorrido lugares que nuca imagine, pensé que nunca tendría amigos porque fui rechazada desde muy pequeña, pero hoy tengo amigos maravillosos que amo.
Soy consciente de mis miedos, pero soy mas consciente de enfrentarlos de salir de la zona de confort y creer que Dios está, y que cuando el está todo va estar bien.
miércoles, 7 de octubre de 2015
Cotidiano
Llevaba mucho tiempos sin alimentar el blog, la verdad no es que no tenga nada que contar, más bien es que he tenido un tiempo de bastante trabajo, pero de eso hablare quizás en otro momento, he regresado al blog con un mensaje que puede cambiar la cotidianidad de muchos, sí suena algo exagerado pero es la verdad.
Comenzare diciendo que desde hace ya mucho tiempo he visto que soñamos con lo extraordinario, con milagros impactantes y eso esta bien, pero creo que el problema que no veamos lo gigante, los sueños cumplidos radica mucho en precisamente eso que esperamos que algo baje del cielo y cambie nuestras vidas, pero hemos rechazado y le hemos quitado el merito a lo pequeño, los pequeños inicios parecieran un obstáculo en nuestra vida, y al contrario, creo yo, que para que se den las grandes cosas que anhelados, debemos partir de lo básico, de lo diminuto, por ejemplo queremos tener grandes responsabilidades pero como le escuche hace poco a un reconocido cantante - no somos responsables ni con la tendida de la cama-, y debo confesar que a veces me pasa, es aburrido tender la cama, pero el punto aquí es que lo sencillo nos parece algo despreciable.
La verdad desde que aprendí a ver las cosas pequeñas como el paso a cosas inmensas es allí donde cambio mi perspectiva, mi manera de ver la vida, por ejemplo inicie un ahorro hace varios años desde que inicie a trabajar luego de la universidad y la verdad es que mi sueldo no daba para ahorrar, quinientos pesos no valían nada, pero propuse ahorrar y luego Dios comenzó a bendecirme, sí Dios, él se encargo de darme cosas que le había pedido y que pensaba que nunca iba a tener por dar un ejemplo el carro y luego el cambio de ese por otro.
En lo cotidiano he descubierto un gran secreto que se los daré hoy gratis, espero puedan abrir sus ojos a las siguientes letras, solo podemos hacer de lo cotidiano algo extraordinario cuando el poder que levanto a Jesús de los muertos vive en nosotros. Exactamente eso fue lo que paso en mi, me comí el cuento de que con Dios nada es grande y puedo soñar porque él vive en mi.
Un día cualquiera estaba trabajando y una compañera estaba desesperada porque lo que realizaba en ese momento era complicado, puso de fondo una canción, vive en mí de su presencia, mientras trabajaba y susurraba la canción de forma impresionante su animo cambio, y también me contagio, cantábamos mientras trabajábamos y al final del día eso que había por hacer fue exitoso.
En otros momentos he sentido la voz de soledad y tristeza sin razón, acercarse a mi puerta pero cuando recuerdo esas letras, esa verdad, que el poder que levanto a Jesús de los muertos vive en mí, entonces se van esas emociones, soy libre en solo un instante al pensar que si la muerte fue destruida entonces puedo hacer cualquier cosa porque Jesús que vive en mí.
Imagen tomada de página de Facebook, Iglesia El lugar de Su Presencia
Espero estar dejando algo en este blog que marque vidas, una invitación a cantar y recordar que lo cotidiano, lo pequeño, se vuelve grande cuando dejamos que Dios use la canción que parece pequeña, y entendemos que nada es difícil, despertar con fuerzas aun después de haber trabajado de 7am a 9 pm y haber dormido poco, realizar un examen en la universidad aunque lo habíamos dado todo por perdido, ser sanados emocionalmente y físicamente, ver familias restauradas, soñar y ver los sueños cumplidos, y pude usted completar esta raya _________ pensando lo que es difícil para usted y mientras escucha esta canción, ver que él Dios que resucito vive en usted y cambia lo cotidiano por algo que quizás nunca había soñado.