domingo, 20 de abril de 2014

Saltar sin redes

Me encanta viajar porque es morir y volver a vivir, por más que se viajé al mismo sitio, siempre se viven cosas distintas, viajar me pone la cabeza a mil, pienso en las cosas que deje antes de viajar y en las cosas que deje después del mismo. Viajar es morir, y eso es maravilloso, y vuelvo al blogginho, porque ahora por el mundial todo el mundo creerá que habla portugués y que con ponerle a todo inho e inha, ya saben hablar, pero bueno eso es tema de otra entrada, quizás, regreso para plasmar algunas notas que he venido pensando y no quiero olvidar, viajar es bueno porque me lleva a hacer cosas que constantemente no hago y que reafirma las últimas escenas que he vivido en esta temporada.

He decidido saltar sin redes para ver lo que pasa afuera, he tomado decisiones con la cabeza fría, con convicciones, pero sobre todo con riesgos esperando no decir cuando tenga más edad "¿Qué hubiese pasado sí?". He entendido que llegan tiempos de moverse y de guerrear por lo prometido por lo que de alguna manera uno sabe es suyo porque de las frases más encantadoras de Materia Gris 6, es que las mujeres también guerreamos, somos princesas pero hay que batallar, de hecho siempre he creído que somos las encargadas de que un lugar, cosas o personas brillen adecuadamente. He estado tomando decisiones que espero que marquen el camino que ha sido perfectamente planeado para mi.
He hecho cosas que otros no harían, pero que otros ya han hecho, decidí entregar un memorial a alguien que quería conocer y aunque desde mi punto de vista no causo ningún efecto, logre decirme a mi misma, mi misma te arriesgaste y esos riesgos valen la pena.
En este viaje decidí no esperar que las condiciones fueran perfectas para hacer algo, de hecho todo estaba en contra de que diera una vuelta en cuatrimoto, íbamos a hacer una pequeña caminata con mi familia, y a un tío le estrellaron el carro por lo cual el tiempo planeado no se dio, empezó a lloviznar, según mi papá no llevaba la ropa para mancharla de barro, y estas y otras excusas que parecen pequeñas pero en su momento parecieran más grandes, quizás tan simples como la de porque las personas no se arriesgan a tener una relación y conocer el amort, de su vida, o las mismas por las que las personas cumplen 40 o 50 años y nunca se casaron, no porque no quisieran sino porque esperaban las condiciones perfectas para hacerlo, o porque esperaban que la persona con quien querían compartir su vida les supliera todas y cada una de sus necesidades o porque simplemente se enamorado de un ideal de persona pero no de una persona, realmente una cosa no tiene que ver con la otra pero porque no aprovechar la oportunidad para hablar del amort, que de ese sé mucho de teoría pero no de práctica, lo mejor es que los consejos sobre este tema a mis amigos les funciona. De la misma manera algunos esperan que el día de mañana hacer cosas como buscar a Dios, y definitivamente mirar a ver si pasa algo, y suena aquella canción llamada que tomorrow en mi cabeza que quizás no tendrán.

En fin, sin esperar las condiciones perfectas y al final irme en la cuatrimoto sola con la guía, di un buen recorrido, donde la cuatrimoto, tiró la gasolina, se baro porque la correa se cayó, pero disfrute ese viaje, ese paisaje, ese terminar con el "tenni" lleno de barro, fue extraordinario andar por ese lugar que era desconocido para mi, además de pensar en todo esto, que hay tantos lugares, personas y cosas por hacer que no hay motivo del porque estar triste o aburrido, es aprender disfrutar la libertad que nos fue entregada en la cruz, porque además de salvación, tener tantos beneficios es demasiado.

He decidido dar pasos de fe, que aunque en este texto no sean los grandes, son historias que me recordarán que en este tiempo, las decisiones que se toman son pasos creyendo porque eso lo que hacemos los que tenemos puesta la mirada en la cruz y los pies en la tierra.



lunes, 7 de abril de 2014

Ya no los hacen como antes

El título de este texto nace porque es un dicho de mi jefe y el texto surge de varias situaciones con las que me siento un poco molesta pero que no sé que se debe hacer al respecto, este texto no pretende educar ni nada por el estilo, ya quisiera yo, pero como siempre he creído en el efecto bola de nieve, que sí uno se le dice a alguien, ese alguien a otro y ese otro a otro, entonces llegaremos a ser una bola de nieve. No sé sí mis padres o la educación de mi tiempo, notese que ya escribo como alguien grande, o más bien de años porque quede en la misma estatura como desde primero de primaria, era diferente, o qué pasa.



Las relaciones ya no se construyen como antes, donde uno se conocía o lo presentaban sino que ahora se agrega al Facebook, se chatea y así por fin algún día hay algún encuentro cara a cara, en otros casos la gente se presenta se pasa el número de celular y se habla por whastapp, se dicen cosas que nunca se dirían en vivo y en directo. Esto como para iniciar, la verdad es que no me sorprende mucho de algunas personas, pero sí me sorprendió al verlo en profesionales de la salud, hace un tiempo estaba buscando médico para el lugar donde trabajo, tome algunas hojas de vida, y algunas personas quedaron citadas para entrevista, algunas de ellas nunca llegaron a aquella cita, no llamaron, no supe nada, tal era mi urgencia que les llame para recibir del otro lado voces molestas diciendo que ya no les interesaba la propuesta. Los pocos que llegaron a la cita llegaron tarde, tristemente no he conocido un médico puntual.

De otro lado me sorprende el valor que tenía antes la palabra para la gente, me cuentan mis padres que hace mucho la gente no firmaba contratos, letras o compromisos para tomarlo en serio, desafortunadamente hoy muy pocos cumplen su palabra, o la dicen a la ligera, se habla de llegar a. Un lugar a tiempo y se llega 10 a 20 minutos tarde, se habla de entregar un trabajo y el día de la entrega se esta pidiendo plazo para entregarlo luego. Se dicen mentiras como un día de esto nos vemos, mañana o al rato te llamo, llego a tal hora, te pagó tal día el dinero que me prestaste, entre tantas otras. 

Me entristece esto, más cuando al hablarlo con la gente se molestan, sacan excusan y no reconocen el error, tristemente porque esa es la cultura del Colombiano, y del latinoamericano por lo que me cuenta un escritor amigo mío, cuando estuvo en Europa haciendo una maestría un profesor les de jo un trabajo la primer clase, nunca más anhelos el tema, y al llegar el di de entrega todos excepto los latinoamericanos llevaron el trabajo, dieron excusas y pidieron plazo al profesor, quien obviamente les dijo que no, y quien al ver a mi amigo escritor le dijo " Usted haciendo quedar mal a los latinoamericanos"

Deafortunadamente vemos el cumplir horarios, ser disciplinados, cumplir la palabra, devolver  hasta 50 pesos prestados, hacer fila sin colarse ni aprovecharse de condiciones de privilegio, entre tantas como ñoñería, como un absurdo o como hasta extremismos, pero mi conclusión es que definitivamente no importando las etiquetas me esforzare por ser una persona coherente, que lo que dice lo cumple y que su sí sea sí y su no no, y que cuando ya se me salga de las manos, dar la cara y hacer la tarea de pedir perdón y al final cumplir con el acuerdo dicho. 

Ya no los hacen como antes pero como no soy de aquí sino de allá, entonces cuando haga los míos los haré como los de antes, donde lleguemos hasta lo último de la tierra con la contracultura y no la cultura que nos enseño a ser un poco más deshonestos e irrespetuosos con el otro.