jueves, 24 de mayo de 2012

Silencios

Los que me conocen saben que suelo decir “el silencio incomodo” o “me molestan los silencios incómodos” aunque para mí este es uno de los tantos silencios que existen, he aprendido como me dijo una profe un día que “en los silencios también se habla”. Cuando escuche eso por primera vez la frase rondo mi cabeza por días y digo yo hasta el día de hoy, y si no fuera así probablemente no estaría escribiendo un texto sobre ello. 

Creo que existen silencios incómodos, como el de subir a un ascensor y que hayan personas en el, o que tu estés en el y se suban personas, como que no sabemos cómo actuar, algunos rompen ese silencio diciendo buenos días, tardes, noches, dependiendo la hora, y como que esos segundos en los que esperamos para llegar a nuestro piso nos quedamos ahí en silencio y como ensimismados, a veces nadie dice nada, nadie saluda y mucho menos se despide. O si uno va acompañado, a veces existen hasta risitas nerviosas. También existen esos momentos donde algo paso o le paso a alguien algo triste o doloroso y escuchamos y tratando de romper de nuevo, decimos frases tan sacadas del estadio como “no sé qué decirte”, o las veces que hemos sido disciplinados o regañados y como que no se sabe decir, o cuando uno falta a algo o alguien y se queda en silencio, o esos momentos en los que llegamos preciso a una discusión entre amigos, hermanos, novios, y sentimos el sonido de un grillo de fondo, es como si nos robaran las palabras en esos momentos tan importantes. O que tal el de cuando se está rompiendo el hielo y llega uno a un lugar en el que no conoce a nadie y no sabe que decir. 

Pero también existen silencios que no son incómodos y que uno no quiere romper, silencios tales como cuando uno escucha una canción y medita en ella, o cuando le dan a uno un regalo y queda tan sorprendido que uno no sabe que decir y queda con cara de ¡wow!, o aquellos momentos donde en silencio observas a tus padres y hermanos compartiendo un plato de comida y das gracias en medio de ese silencio por el privilegio de tenerles al lado, y así pasa la escena tipo película. El favorito para mi en este tiempo se ha convertido en tener mi celular en silencio, es curioso por que cuando alguien me llaman preciso tengo el celular en la mano, o cuando no y me doy cuenta luego "desespero" por saber quien llamaría, devuelvo la llamada pero es un celular de cabina, al final me resigno y espero que algún día me dejen un mensaje de voz, también me doy cuenta que me han escrito una cadena en el pin de blackberry después de mucho tiempo abro el chat, no lo leo, lo borro de una, y si alguien en verdad me habla a veces me tardo en la respuesta, pues ando en el trabajo y en pausas activas puedo responder, me gusta ese silencio, no sé, son las ganas de sentir que un celular o tecnología no me atan de alguna manera.

También existen silencios con uno mismo, donde uno no quiere hablar, aun ni pensar sino dedicarse a descansar, es tal como un momento completando el cielo o la naturaleza, el mar, y dándote cuenta de cuantas cosas hermosas hay y cuán grande es el Padre que nos entrego todas ellas. 

Existen silencios de todo tipo, el silencio cómodo, el incomodo, el alegre, el triste, el casual, el de obligarse a estar en silencio para oír a otro o ver cine. Hay también silencios que solo se darán en relaciones cercanas y otras como las del ascensor, hay personas que no toleran el silencio y se la pasan hablando o llenado de “ruido” todo el tiempo toda su vida. 

A veces a mí me gusta quedarme en silencio y escuchar, y saber que detrás de ese silencio muy probablemente mi Padre me quiera hablar, me gusta sentarme en un parque y cerrar los ojos y escuchar los pájaros cantar, porque siento que ellos alaban todo el tiempo, me da una perspectiva de agradecimiento, pues si Dios nos dice que somos más que ellos, cuanto más nos ama. 

Escribo sobre los silencios porque a veces la escritura puede ser una forma de hablar en silencio, porque me gustan ciertos silencios aunque con otros me sienta incomoda. Porque tal vez estuve pensando en los chistosos que nos vemos en todo tipo de silencios o simplemente porque en cada uno de ellos también estoy aprendiendo el tiempo en que uno debe hablar o callar.

Para terminar esto que algún día leí  "Hay instantes en la vida en los cuáles las palabras sobran, donde el lenguaje lo único que hace es entorpecer la perfección del silencio" Relato de un asesino. M.M.

jueves, 17 de mayo de 2012

Desde la ventana

Desde la ventana he sido testigo de muchos de los últimos acontecimientos en Bogotá, algunas veces he visto y oído, otras solo sentido y oído. 

En mayo del año pasado me pidieron ayudar a buscar una nueva oficina para una ONG, como andaba en vacaciones obligadas por estar recién graduada, desde diciembre 2010 realmente, y por lo tanto no tener trabajo, empecé a buscarla, y luego de caminar, llamar, buscar en el directorio, mirar varios lugares y precios, termine encontrando una oficina en la cual está una ventana que hace que esas cuadras sean testigo de cosas que han venido pasando este año 2012. 

Por alguna extraña razón en este tiempo he estado trabajando en esa ONG, pase de buscar una oficina a estar más en ella. Desde allí se escuchan las protestas de la universidad pedagógica, se ven gases lacrimógenos rodeando esas cuadras, transmilenio desviándose, la 72 cerrada y así sigue. Un día fue tanto el humo de estos gases, que terminamos con lágrimas en los ojos, los que estábamos en la oficina, todo desde la ventana. 

Luego vino uno de los acontecimientos muy nombrado en los periódicos, el 09 de marzo de 2012, las protestas en transmilenio en especial esta que vi , la de la 72 con caracas, desde la ventana, , y vi imágenes en vivo y en directo como esta (imagen 1), también al salir a la calle a enviar correspondencia de la ONG, escuche los comentarios de las personas mayores y de los jóvenes, cosas completamente opuestas de cómo veían lo que estaba sucediendo. 

Imagen 1.


El 15 de mayo de 2012, escuche una fuerte explosión, fue un sonido que nunca había experimentado, comencé desde la ventana ver gente corriendo, mi jefe fue quien aviso al 123, que una bomba había explotado, el trafico se paralizo. Para posteriormente enterarnos de todo lo que había sucedido. 

Hoy 17 de mayo de 2012, desde la ventana se vio un humo negro, hubo un incendio en la 69 con 4 y desde allí lo vi. Todo desde la ventana. 


No recuerdo muchas cosas que sucedieron en Bogotá hace años, aunque ahora las sé, creo que no crecí con ellos porque en casa no teníamos medios que nos informaran, televisión o radio, y mis padres no hablaban de ello, pero ahora desde la ventana veo muchas cosas. 

Desde la ventana he sido testigo de muchos de los últimos acontecimientos en Bogotá, algunas veces he visto y oído, otras solo sentido y oído.

domingo, 13 de mayo de 2012

Lección medusa

Finalmente he aquí la última entrada hablando de Cancune, lo sé porque antes de volver a Colombia esas fueron las ideas que me rodeaban la cabeza, no porque no tenga más que contar sino tal vez porque estas serian las que gustaba que quedaran por escrito y que quien lea pudiera saberlas. 

Al ir al acuario quede sorprendida al ver tantas cosas hermosas, peces, tortugas, delfines, tiburones, estrellas de mar, pero me impresiono ver tantas medusas pequeñas, grandes, juntas, no sé tal vez su forma de moverse, ese color característico. Pero en definitiva lo que más me llamo la atención y me cautivo por completo fueron las palabras de un letrero que decía “para colocarse en el camino correcto”. Me pregunte cual es el camino correcto en muchas cosas, como terminar bien en el camino de la vida, pues muchos “buenos” no han terminado como quisieran. 


Y creo después de los últimos acontecimientos en mi vida, que Jesús y la decisión de acercarme a él y dejar que él hiciera, ha sido la decisión más acertada en mi vida, puedo decir que conocer al Padre ha sido lo mejor que me ha pasado en mi existencia, ninguna persona, ningún viaje, nada, ni posesiones, ni sueños, ni experiencias, podrán cambiar eso. Esas medusas me hicieron recordar que un día Jesús dijo que era ese camino, esa puerta, y lo viví, desde ese día se que me estaban haciendo cocos desde el cielo, para vivir más allá de lo que había imaginado. Espero que esas pulsaciones que mueven a las medusas, en mi sean ese día a día con Dios, se han roto los esquemas y los paradigmas, ya no cargo con cosas que llevaba en mi espalda por 24 años, y me lo recordare si es necesario al releer este texto.


miércoles, 2 de mayo de 2012

Pánico

Dos eventos me llevaron a pensar en el pánico, el primero de ellos, fue que íbamos hacia las pirámides de Chichén Itzá, y el bus se quedo varado en el camino, en un lugar, que hasta parecía un pueblo fantasma, pues el calor y la lentitud de sus habitantes mostraba que hace mucho ellos dejaron de hacer las cosas de afán como suele pasar en las grandes ciudades, por eso es que obviamente los que iban en el bus comenzaron a hablar en sus propias lenguas, español, ingles, francés y otras que no lograba comprender o por lo menos no me eran familiares. Luego impresionantemente, los rostros de la gente, el pánico, las preguntas de ¿y ahora que va a pasar?, supongo las quejas en esos idiomas por las expresiones de sus rostros, y también las que escuchaba en español, mientras todo eso sucedía, yo quería tener al lado el computador para escribir lo emocionada que me sentía al ver que un plan se salia del plan, puesto que ello me daría una historia que contar y mil más que imaginar. Así que, allí estábamos, diferentes personas, diferentes culturas, diferentes idiomas, diferentes maneras de ver la vida, pero todos en pánico, como quien no sabe que va pasar, sin aire acondicionado, sin comida, en medio de un pueblo que como ya mencione hasta fantasma parecía, además los olores desgragradables comenzaban a aparecer, una señora que no tengo idea que nacionalidad tenia, comenzó a sudar y de su cuerpo salia ese lindo olor a chucha, o sobaco como dirían los Mexicanos, así que los que estaban frente a ella comenzaron a desesperarse, algunos nos bajamos del bus, yo quería caminar el pueblo, pero no era posible, ya que no se sabia si el tiempo de espera iba a ser largo o corto, otros bajaron a ver que pasaba ya que no decían nada y muchos hombres se acercaron a ver si ellos podrían saber el problema que causo que el bus nos dejara allí.

Al parecer fue una cosa insignificante pero además chistosa, el bus estaba sin combustible, lo intentaron arrancar y por unos segundos todos gritaron y aplaudieron se veían las caras de alegría y de por fin nos vamos, luego se volvió a apagar el bus y todos nuevamente en conjunto y sin ser planeardo lanzaron una onomatopeya de desespero, algo como un aaaa. Finalmente, luego de unos minutos, el bus volvió a arrancar y todo volvió a la normalidad del viaje.


El segundo fue como había contado algo anteriormente, en el avión cuando mamá se enfermo. Para hacer un recorderis, ella, mi madre, y yo terminamos en la parte de atrás donde van los azafatos y azafatas y desde allí llamaron para ver si habia un medico entre nosotros, que pudiera colaborar, todos los pasajeros del avión voltearon a mirar hacia atrás, y se escuchaban susurros como ¿qué paso?, ¿ quien se enfermo?, todos al tiempo mirando, susurrando, y luego algunos caminaban hacia atrás como intentado mirar que era lo que pasaba y que iba a pasar.

Es increíble como respondemos todos a esos estímulos, de que algo nos pase y no tenemos el control, me gusta lo que dice wikipedia (es la primera fuente que aparece en google) frente al ataque de pánico y es: “La persona que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizada sin una razón evidente para sí misma o para los demás.” Y cuantas veces no nos hemos paniqueado y el miedo nos ha bloqueado, cuantas veces el miedo a perder, a ser juzgados, a fallar, a soñar, no ha hecho que como decía un filósofo que conocí eso nos pase:  “Muchas veces somos nosotros la ruina de nuestros sueños.” Y creo que cuando decimos que no sabemos como vamos a reaccionar en ciertas situaciones es porque nos ha faltado conocernos y mirarnos, hacer ciertos procesos,  si bien muchas cosas se saldrán de nuestras manos, yo he conocido y estoy sumamente agradecida por ello, a quien si tiene el control de todo, que cuando me paniqueo corro a Él, que como dice en reto de valientes “No me promete una explicación pero si estar conmigo”. Así que querido lector o lectora, no es el simple hecho de contarles una historia más de Cancune sino es contarles que si también le ha pasado, y se paniquean y sienten miedo, nervios, y no saben que será del futuro,  hay alguien que sabe todo y con Él se vive mejor, solo es querer que él este allí.