jueves, 26 de enero de 2012

El costo del amor

Un título muy llamativo para una entrada que al final no resulte siéndola tanto, como se esperaría, ya que como lo saben o sino no lo saben, creo que nunca me he enamorado. Es por eso que este tema no será tan interesante como tal vez lo fuera desde un punto de alguien que si ha logrado conocer el amor, se ha dejado atrapar por él, y ha llegado a tener esa hermosa sensación. Pero alto, puede que me equivoque y si llegue a ser una entrada sabrosa, que empieza con un paso lento y que al final termine cautivando, como el sonido de el reggae que aunque parece sonar siempre igual, me logra transportar y hacer vivir diversas emociones. 

En realidad no voy a hablar del amor en pareja pues de ese no tengo mucho que decir más que lo que he aprendido de lo que llegara a ser, más bien me quiero centrar en eso que siempre he creído que es el amor, y que aplica para cada relación. A esto me quiero referir con este texto. 

Este nació al ver esa frase en un libro que estoy leyendo y la ver esas cuatro palabras sentí que se hicieron más grandes que todo lo que había en el resto del parágrafo leído, “EL COSTO DEL AMOR”. 

Retumbaba y retumbaba en mi cabeza ese tema, y empecé a meditar sobre ello, y en ese momento pensé en estas palabras “El amor cuesta mucho, siempre implica que nos neguemos a nosotros mismos de alguna manera” escritas por Jhon Piper en los peligros del deleite, o en las palabras de Joyce Meyer en conozca a Dios íntimamente donde dice: “Una de las principales razones por las que la gente no camina en amor, es porque requiere esfuerzo. Cada vez que caminan en amor, les cuesta algo”. Entonces ahí, empezar a decirme cuanto me falta, pues el amor debe estar reflejado en cualquier relación que tenemos, por ejemplo, si las figuras de autoridad nos piden hacer algo que no queremos hacer, si andamos en amor y eso queremos, el costo será hacerlo, pero no solo eso sino esforzarnos por hacerlo bien y sobre todo con buena actitud, nos costara dejar de lado lo que estamos haciendo por tomar tiempo y en algunos casos otros recursos para hacer lo que se nos pide, significa dar un paso hacia lo que nos piden y dejar de lado lo que queremos. O al contario si las autoridades nos aman comprenderán que están ahí para proteger, cuidar, direccionar, ayudar y por lo tanto les cuesta dejar el orgullo y el creer que siempre tienen la verdad, y además reconocer que si están en esa posición no es para dañar sino que es una responsabilidad. 

Pero también pienso en la relación de iguales, por ejemplo en la amistad, en la hermandad, donde damos pero también tenemos que estar dispuestos a recibir y donde recibimos pero también debemos estar dispuestos a dar, que para mí en lo personal es más difícil recibir. O en la relación de pareja donde uno deja de ser uno a parte, para ser uno con el otro y eso implica abrir el corazón solo para esa persona, rendir cuentas, dar, recibir, callar, hablar, confrontar, etc. 

Es un costo altísimo definitivamente amar, siempre habla de negarnos a nosotros mismos en algo, y eso es bien difícil porque a veces en nuestros deseos egoístas queremos las cosas a nuestra manera, pero lo extraordinario del amor es eso, los puntos de acuerdo y cumplirlos, la vida vista desde no una simple emoción pasajera, sino la protección que proveen los compromisos abiertos (cuando los hablamos) o internos (eso que pensamos) que hacemos al amar. 

Así que, si bien el costo del amor es alto, siempre me recuerdo que Jesús dio el más grande amor, “Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. Al contrario renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros haciéndose esclavo de todos. Como hombre se humillo así mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz!” como está escrito en Filipenses 2: 6 -8. Y recuerdo que deseo parecerme a él y amar como el ama. 

Aclaración de la bloggera para este texto: No es un texto de Don Amorito, ni patrocinado por el chocolate que me comí hoy, es una reflexión acerca de dejar al lado esos sentimientos de orgullo, que a veces tienden a llenar nuestro interior. Y que hacen que dañemos nuestras relaciones y desmeritemos a las personas tan valiosas que tenemos a nuestro lado.

lunes, 23 de enero de 2012

Sobredosis twittera

Desde septiembre de 2011 inicie en la red social llamada twitter, en principio pensé que no era interesante, ¿que se podría escribir en 140 caracteres? Pero luego con el paso del tiempo empecé a verle la utilidad real, desde mi punto de vista, claro está. Aquella que corresponde a mantenerse informado, la que corresponde a los medios de comunicación. Pues esta red se ha convertido en una herramienta tan importante que ya los comunicados oficiales frente a un tema, se hacen a través de esta. Pero vamos por partes, no nos apresuremos a dejar el texto ya cerrado desde el principio, sino que vamos a intentar desdoblar las ideas que al final den la razón a esto que escribo. 



Nunca conocí el telegrama, de hecho, nunca vi uno, sin embrago lo que todos sabemos es que eran mensajes cortos que se enviaban a diferentes lugares, y los cuales salían muy costosos, por lo tanto había que ser precisos y claros en la información, y sobre todo saber cuál era la importancia para enviarlo, para mí el twitter tiene el mismo principio, en el sentido de la búsqueda de pocas palabras y comunicar algo. Y que, a diferencia del telegrama no es costoso, y sobre todo se puede comunicar a quienes deseen verlo a través de la red, claro, exceptuando si alguien es bloqueado. 

El twitter puede ser usado de varias maneras, claro que si, tantas como la cantidad de usuarios que existen en él, y sin embargo hoy me quiero solo referir a lo que vivo (una vez más). Están los medios de comunicación y por eso el titulo de este texto “sobredosis twittera” ya que me imagino al encargado de algún periódico o de alguna emisora, o de cualquiera que desee estar ahí atento a la información, que se puede dar en cualquier segundo, observando atento los tweet’s de alguna persona. Y vamos adentrándonos al tema, imaginemos al noticiario X, detrás del perfil del político, del gobernante, observando minuciosamente lo que pueda estar pasando por la cabeza de ellos. Debe ser una sobredosis, en busca de la noticia de último momento. 

Las primeras páginas de los periódicos, o los principales titulares de las noticias, están llenas de las siguientes palabras “Según X en su cuenta de twitter dijo”. La primera vez que vi eso no pude evitar soltar una gran carcajada, no entendía como ahora los comunicados oficiales entraban en algo tan informal, y sobretodo crear desde una nota tanta información como fuera posible para realizar la noticia. Ya no es necesario ni siquiera observar o leer, basta con entrar a twitter, darle seguir a alguien y tener la información de primera mano y ser parte de la noticia, twittear, responder un tweet, escribir un tweet. 

Esta es para mí la sobredosis twittera aquella que te obliga a estar ahí, y saber de lo que desees, aun hasta de la vida de los famosos, o de los famosos no tan famosos. En fin, por eso se debe llamar red, porque de alguna manera nos conectamos “hombre con hombre, mujer con mujer, del mismo modo, en el sentido contrario” y al final el twitter llega donde nosotros no imaginamos.

jueves, 19 de enero de 2012

Bendita U

Hay momentos en la vida que nos pasa, lo que me sucedió a mí con Alambris por estos días.
Fui a recoger a una amiga a su trabajo y tenía un mapa para llegar hasta el lugar que habíamos determinado, era la primera vez que no me iba a perder hacia mi destino, pero en un cambio del camino por tomar la izquierda y no a la derecha termine dando un montón de vueltas. Yo pensé que seria fácil regresar a ese punto crucial que hizo que llegara tarde ese día, así que solo intente buscar una ruta que me devolviera a la calle que había pasado y que debía tomar, lo primero que intente fue buscar una U, pero todas estaban prohibidas, así que seguí manejando y manejando en linea recta para intentar encontrar tan anhelada U. No la encontré, sino, hasta después de conducir como por 30 minutos, en medio de semáforos en rojo, caminos con calles llenas de huecos, zonas que estaban en construcción, y enormes trancones de hora pico. Así que después de es estar desesperada por llegar tarde, por haberme perdido, y sobre todo manejar sin encontrar el retorno a ese punto en el que me perdí, encontré esa bendita U.
Cuento esta historia ya que al encontrar esa U no solo pude llegar a mi cita, sino que también pude reflexionar en lo parecido que es eso con nuestra vida. Un día tenemos claro el camino por el cual vamos a vivir, es decir estamos llenos de sueños, de anhelos, tenemos planeado el asusto, sabemos como es la familia que queremos tener, sabemos que carrera estudiar o no queremos estudiar, sabemos cosas, las visualizamos, y sobre todo algo arde en nuestro interior, algo nos mueve. Pero luego con el paso de los días esas cosas ya no suelen ser tan claras, como que se van volviendo fantasmas, agua que se va entre los dedos, y al final nos hemos dado cuenta que el mapa se perdió, que la brújula no está y sobre todo que no sabemos regresar, que nos sentimos perdidos. Se que quien lea este escrito y vea que le ha sucedió lo mismo sabrá realmente de que hablo. Aquel día donde perdimos a alguien a quien amábamos, paso algo que nos dejo económicamente mal, alguien nos traiciono, no salieron las cosas como eran, tomamos una mala decisión, en fin cantidad de circunstancias como cantidad de gente ahi, ese día que perdimos el rumbo que marco la vida. O sencilla mente que la vida fue pasando y nunca hicimos algo, el afán nos consumió y se llevo los sueños.
Y después que pasa esto, las ganas de morir, los días y las noches sin razón del porque despertar un día más, las miles de preguntas, las acusaciones, la oscuridad en el interior. Es allí como de alguna manera ese instinto por sobrevivir viene y nos dice al oído que hay una esperanza, y sin embargo es tan fuerte para cada uno la circunstancia que ensimismarse es mas poderoso que eso. Para mi esa es la U que queremos buscar, saber en donde nos perdimos, y eso es lo que hay que tener claro, donde fue que se fracturo nuestra vida.
Escribo esto por que algún día me sentía así, y quiero aclarar que no fue que fuera quien sabe que cosa la que viví, solo que me sentí perdida, mi U fue Jesús, quien me sano el corazón y que cada día me da un nuevo color, por el que hoy digo estaba perdida pero me encontré en ti, el que me enseña que reinventar es una forma de revolucionar el interior. Mi mapa, el dulce consolador, el padre de amor. Hoy no tengo claras muchas cosas, pero he vuelto a respirar, a dibujar, a sentir que hay un futuro y una esperanza, que hay un plan y en eso estamos en caminar, en vivir, en revelar esa foto que dirá que mas hay allá, en desempolvar los sueños que parecían que ya tenían final. Siempre hay un retorno por más largo que sea el camino, y que bueno darse la oportunidad de volver a vivir.

jueves, 12 de enero de 2012

Maistros o mejor los Master Jedi



Primer entrada del blog de este 2012. No, mejor no, así no iniciaré esta entrada, aún me falta “pelo pa’ moña” para escribir como los grandes bloggeros o grandes twitteros. En realidad aunque sea esta la primera entrada del blog, no intenta hablar de lo vivido estos últimos días del año que paso, ni del inicio de este que entro, y mucho menos hablar de lo que será este año. Más bien quiere hablar de esta hermosa sensación de sentirme privilegiada de haber conocido y compartido cosas con personas que Dios me ha permitido estar. 

Este texto hablará y a la vez será testigo de que he crecido y que los años no han venido solos, sino que ya dejan consigo recuerdos que quiero plasmar. Y dale que dale, no he dicho nada hasta ahora, solo he escrito como hablo, así que ahora sí, aquí va. 

Hoy después de un hermoso encuentro con una amiga, sentí que mis sentidos se agudizaron y me llevaron al pasado, a recordar todas esas personas que han dejado huella en mi, y por esto este texto es en honor a ellos los maistros o mejor Master Jedi que me enseñaron y aun me siguen enseñando cosas para mi valiosísimas en la vida. 

Lo más viejo en mi memoria es más o menos a los 7 años, se llamaba Viviana, y aunque intento recordar su apellido no lo logro, profesora de escuela dominical, la primera maestra que marcó mi vida, me enseño que acercarme a Dios era sencillo, y que podía tener experiencias con Él, que él era papá y que me veía como su pequeñita, fue tal esa enseñanza que cuando mi hermana nació yo insistí en casa para que ella llevara ese nombre, ya que me parecía extraordinario que al crecer mi hermana, me recordaría que ese nombre fue de la primera persona que me hablo de Jesús y además que mi hermana llegaría a ser tan grande (para mí) como mi primera maestra. 

Luego recuerdo a Liliana Caballero, profesora de ciencias sociales, del colegio, me brindo su amistad teniendo el doble de mi edad, me sorprendían sus clases, tanto que mis trabajos llegaron a ser los mejores de su clase, recuerdo una maqueta que hice en plastilina de África con muñequitos y todo, sus clases me recordarían toda la vida porque me gusta la política, o porqué me interesa como se mueve el país, me dio clases tres años y disfrute de su amistad, de su confianza, claramente recuerdo varias enseñanzas que me lleve de ella, dos notas, la primera “Tu amistad reanima en el diario vivir” me sorprendí, no sabía que la amistad hacia esas cosas y si es verdad, la segunda nota “a veces es necesario salirse de la fila, para tocar al son de su propio tambor”, esa frase siempre me ha recordado que uno es diferente al otro y que en la diferencia está el sazón y se encuentra el propósito, muchas veces me salí de muchas “filas” de la vida y recordé quien soy, sobre todo en Dios. También una vez que otra, o más bien muchas me corrigió, me enseño que “en los silencios también se habla”, me enseño a obligarme a pensar. 

Después tuve a una profesora de lenguaje, a quien admiro mucho, es una dura, y cuando saque su libro se que estaré ahí leyéndolo con el corazón, Norma Fuquene, a quien le dedique un espacio de mi tesis, ella me obligo a leer, pues en el colegio no nos enseñaron, ella nos enseño y le debo el que hoy lea, el que hoy haga el esfuerzo de escribir, me mostro que en los libros hay otros mundos, me logro llevar a la lectura, a la escritura, y en realidad no fui la mejor en su clase, pero aquí estoy también en parte a ella que es de esas profesoras que hacen su trabajo porque lo aman, porqué aman enseñar. 

Carlos Cruz, profesor de ingles, solo alcance a tener unas cuantas clases con él; nunca me ha gustado el ingles porqué desafortunadamente me lo enseñaron de la manera errónea y lo odie, así que con el no hubiera nunca pasado, la materia, y recuerdo sus palabras “Tu qué crees en Dios debes saber que aunque yo no creo en el o estoy peleado con él, hay algo que siempre me rompe cuando leo la biblia y es la parábola de los talentos, tú tienes un talento y si aun no has podido con esto es porqué no te has esforzado lo suficiente, recuerda usa tus talentos” y ahí fuera de la iglesia aprendí que si no desarrollo lo que soy, la habré embarrado y nunca habré logrado ser quien debí ser, quizás por eso este intento por lograr sueños como el de mejorar la lectura, la escritura. 

Esperanza Gio, profesora de química, me logro sacar la creatividad, hice un periódico que le gano al salón, sobre el petróleo, saco esa imaginación, y también logro hacerme ver que es posible estudiar por gusto, por placer, mas allá de muchos cartones y ella sí que los tenia.

Yolima Micán, recuerdo que no nos habían exigido así por mucho tiempo, ademas de eso, no nos permitía tener excusas tontas para no hacer lo que debíamos, y eso forma carácter, en su clase (aunque no recuerdo muchas cosas) aprendimos a ser responsables y dedicados, y ademas a volver a exigir que nuestra cabeza generara nuevas ideas a tal punto de hacer cuentos de cosas de agricultura y una obra de teatro de microorganismos agricolescos como les suelo llamar.

Ivonne Romero, profesora de la universidad de metodología de la investigación, me recordó sueños de mi interior que estaban llenos de polvo, me enseño que hay algo más allá, me recordó que es ser maestro y que es ser alumno, a pensar antes de hablar, a argumentar, a escribir mejor, y mejorar la letra, a esforzarme, a ver cosas diferentes, allá, afuera de las paredes universitarias, a abrir el corazón, a soñar nuevamente, y lo mejor es que tengo el privilegio de tenerla aún al lado, enseñándome más y mas cosas. Y desde ella no he vuelto a tener profesor (a) igual. 

Marisol Muñoz, recuerdan mi amiga con la que me encontré, ella me ha marcado el corazón. La admiro mucho, recordé que la primera vez que hice algo llamado “Encuentro” fue con ella, es increíble cómo me ha enseñado cosas, hoy después de muchos años de conocernos, recuerdo que le decía que yo quería ser como ella, porque me encanta como ama a Dios, y esa manera especial de tratar a las personas, con amor, con respeto. Y después de hablar con ella y contarle mi locura de “estar enamorada de alguien que no conozco, pero que siento que es el hombre cortado con la misma tijera” y de recordar sueños, y animarnos a seguir al blanco que es Jesús, me dejo esta sensación de recordar los maestros de mi vida, los Master Jedi, que si algún día se escribiera una historia de mi vida dirían estas personas le inspiraban, y así es en verdad, cuando deseo “irme al lado oscuro de la fuerza” esas enseñanzas me recuerdan que Dios los puso ahí, que ellos, son como Jesús, maestros, que Jesús les dio el don de enseñar, ya que él es el maestro de maestros, y hoy es por ello que les dedico esta entrada. 

Quizás y estoy segura hay muchos más que debiera escribir en esta entrada, que está llena de cariño y admiración pero estas personas fueron las que recordé, así de sopetón, y creo que es porqué realmente han dejado huella en mi interior, han sido autoridades y siempre les admirare y estaré completamente agradecida, con ellos por hacer su parte y con mi Dios que me dio el gran privilegio de conocerles.